La niña abandonada al nacer es JESSICA LONG, nadadora discapacitada que ha roto récords en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 y Rio – Brasil 2016.
Jessica en el 2012 ganó cinco medallas de oro y dos de plata, además en el 2016 cuando volvió a competir en los Juegos Paralímpicos ganó una medalla de oro, tres de plata y dos de bronce. Dándole una gran satisfacción a sus padres adoptivos y al país por el que compite (Estados Unidos), demostrándole al mundo que su incapacidad no la detiene.
Long no es estadounidense, es originaria de Bratsk una ciudad pequeña en Siberia – Rusia. Nació hace 25 años y su nombre era Tatiana Olegovna Kirillova. Ella nació con una anomalía llamada Hemimelia Peronea lo que hizo que naciera sin la parte inferior de sus piernas.
Esa fue la razón por la cual sus padres biológicos decidieron darla en adopción, debido a que temían que su condición fuese una carga para sus vidas. Desde que la dejaron en el centro de adopción de Siberia. Jessica pasó trece meses esperando a ser adoptada, hasta que finalmente un matrimonio católico lo hizo.
Sus padres adoptivos, Beth y Steven cruzaron el continente para buscarla y llevársela a vivir Baltimore, Estados Unidos. Luego de cinco meses, le amputaron la parte inferior de sus piernas y le colocaron unas ortopédicas.
Debido a su incapacidad los médicos sugirieron la natación como un deporte que le ayudaría a fortalecer su cuerpo y autoestima. Por ello sus padres la inscribieron en cursos de natación y allí descubrieron que su hija adoraba el agua y tenía una habilidad superior.
“Desde que era un bebé, Jess no puede mantenerse lejos del agua», menciona su padre Steven.
A medida que pasaron los años Jessica comenzó a nadar de manera profesional, con su esfuerzo y dedicación llegó a los juegos Paralímpicos del 2012. Después de romper récords olímpicos y lograr su sueño como deportista decidió cumplir otro.
Ella buscó a la persona que le dio la vida porque quería agradecerle, así que viajó hasta Rusia para conocer a su mamá biológica. Estando frente a ella, Jessica solo le agradeció por darle la vida y por haberla puesto en adopción. Gracias a esa decisión ella ha podido cumplir sus sueños y ser un ejemplo para muchos niños que tienen su misma condición. Por el contrario, su madre biológica le pedía perdón por haberla abandonado.
A pesar del rechazo, de la distancia, la ausencia y de no hablar el mismo idioma, Jessica Long compartió una fotografía con su madre, a la que añadió: “Simplemente, te quiero”
