Recientemente he escuchado el termino «virus emocional» lo que quiere decir que los sentimientos actúan como microorganismos que “infectan” la mente de las personas. Pero, para toda enfermedad hay una cura, así que también existen las «vacunas emocionales».
Los virus emocionales son todas esas emociones o pensamientos negativos que se quedan en la mente y lentamente afectan el autoestima, el rendimiento y hacen que la vida se convierta en una lucha constante.
Generalmente, estos «virus emocionales» comienzan en la infancia, con términos como: el miedo, la envidia y los celos, que juntos conforman la inseguridad. Luego suelen aparecer las críticas, las quejas y la rabia que se manifiestan por medio del resentimiento y la irresponsabilidad (pereza, indiferencia y facilismo).
La cura de los «virus emocionales» es igual a la cura de una enfermedad física; se provoca la entrada de un elemento nocivo con el fin de que el organismo lo reconozca y cree defensas que puedan combatirlo. Es decir, se debe entrar en contacto con las emociones negativas y de inmediato crear un proceso de entendimiento y comprensión.
Los niños deben enfrentarse a esos sentimientos negativos y como padres tenemos que darles la oportunidad de coexistir con ellos por un tiempo. De este modo ellos mismo comenzaran a neutralizar los sentimientos que le hacen daño.
Hay que tener en cuenta:
- Tomar con naturalidad los llamados “malos sentimientos”, acquire pues todos los hemos experimentado, lo importante es dejarlos pasar y no perjudicar a los demás con ellos.
- Para cada «virus emocional» existe una cura, así que hay que contrarrestarla. Por ejemplo: la indiferencia con la solidaridad; la pereza con el esfuerzo y la crítica con reconocimiento.
- Fomentar que haya libertad para expresar las emociones por complejas que sean, siempre dentro de escenarios tranquilos y controlados.
- Diferenciar los verbos ser y estar. No es lo mismo estar con miedo que ser miedoso, tener envidia que ser envidioso, estar resentido que ser resentido.
- Los «virus emocionales» pueden aportar elementos de aprendizaje y es importante aprender a descalificar los comportamientos incorrectos sin dejar de validar los sentimientos que los causaron.