Todas las mamás primerizas nos hicimos esta pregunta al menos una vez, ¿cada cuánto tiempo tengo que bañar a mi bebé? Porque nos repitieron una y otra vez que el agua relaja y ayuda a dormir a nuestros pequeños, y que adicionalmente, favorece el contacto piel con piel. Sin embargo, todos los beneficios dependen directamente de los meses que tenga nuestro chiquitín.
La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics), afirma que los bebés no necesitan bañarse diariamente, y menos cuando son recién nacidos, debido a que tienen la piel ultra sensible y son muy delicados en cuanto a los cambios de temperatura.
EL BAÑO
El contacto con el agua, causa alteraciones en la piel y la temperatura del bebé, por esta razón, no es recomendable bañarlos diariamente, se aconseja que durante el primer mes de vida de nuestro pequeño los baños sean 3 o 4 veces por semana, posteriormente, y con el paso del tiempo, debe ir aumentando 1 día cada mes.
Todo cambia cuando nuestro pequeño camina solo, se ensucia, toca cosas, está empezando a comer y juega con los alimentos, en definitiva, cuando tiene más independencia… En estas etapas el baño diario es primordial y en ocasiones se debe dar un baño adicional al día. Teniendo en cuenta que el contacto con los gérmenes es lo que permite la inmunización.
BENEFICIOS DEL BAÑO
– La piel de los lactantes tiene contacto directo con el sistema nervioso central, por ende, es muy importantes acariciarlos, masajearlos y estimularlos, mientras están dentro del agua.
– Es un momento que construye un lazo de confianza entre los padres y el bebé, por eso es recomendable hacerlo con delicadeza, paciencia y muchísimo amor.
CONSEJOS PARA BAÑAR A LOS BEBÉS
– Es esencial crear un ambiente tranquilo y relajado, hablarles y sostenerlos con confianza.
– Se recomienda bañarlos en tina hasta los 6 meses, de ahí para delante en la ducha.
– La temperatura del agua debe estar a 36.5 a 37 º C.
– Usar poco jabón, debido a que la piel es muy sensible y el ph varía fácilmente.
– El baño debe durar entre 5 y 10 minutos.
– La mejor hora para bañarlos es la tarde y la noche, debido a que se facilita la relajación y el sueño.
– Al momento de secarlos, debe hacerse rápido para evitar el enfriamiento, siempre con toallas suaves.
– Cada baño debe ser una experiencia placentera y agradable tanto para los padres como para los bebés.
